Una interesante perspectiva se advierte en la blogósfera Argentina con el «Caso Taly vs Taringa«. Un escueto y preciso resumen del mismo lo hizo nuestro amigo Martín Aberastegue, donde se incluyen otras repercusiones e incluso la interesante y rápida respuesta oficial que dió Taringa.
Sin duda es una muestra clara de que las intenciones de los responsables de la comunidad son absolutamente loables. Al mismo tiempo, representa un gran avance.
También es cierto que sólo buenas intenciones no son suficientes para evitar que las acciones propias causen daños sobre los Derechos de terceros, en este caso, de los productores de contenido.
Las duras medidas (y seguramente de díficil implementación) que ahora inauguran son plausibles, aunque podrían utilizar un medio más idóneo y seguro para hacerlo.
¿Será que los abogados de este sitio aún no despertaron?